La internación de Ricardo Fort
-”Ricky” para nosotros- nos mantiene en un constante estado de
tensión. Al borde de romper en llanto y bordeando el infarto, antes
de pintar pancartas y generar una movilización masiva de apoyo
frente a la clínica, decidimos priorizar la información. Acá la
tenés entera.
Al parecer, la repentina intervención
quirúrgica a la que debió someterse Fort fue producto de una
prolongada exposición al sol para su cuerpo, alrededor de 6 u 8
minutos. Según trascendió de algún centro de salud, nuestro ídolo
televisivo sufrió: derrame facial de 200 gramos, un desprendimiento
anal de supositorios y una extracción de 2 litros de “””pus”””,
producto de la penetonitis. Afortunadamente, la materia osea se
conserva en perfecto estado... en el Museo Nacional de Conservación.
La prolongada inactividad mientras se conservaba dentro de la
estructura ósea de Ricky habría permitido este milagro.
Al instante de conocer la mala noticia
acompañamos el apoyo que le brindaron diferentes instituciones, con
algunas apoyaditas, claro, lo que nos valió algunas denuncias
penales, pero supimos dejarlas atrás con un par facturas para los
oficiales.
Me cagaron la infancia |
Entre los organismos que públicamente
brindaron su apoyo destacamos a quienes se solidarizaron para
colaborar con un hipotético sepelio, como lo hicieron numerosas
empresas recicladoras de plástico. Compartimos la rápida iniciativa
de Macri de generar cursos intensivos de clasificación de la basura
en diferentes morgues a las que potencialmente pueda llegar el
fiambre embasado de nuestro héroe Ricardo. De todas formas, optamos
por la salida solidaria de donar sus restos al Garrahan.
Aprovechamos para desmentir las
acusaciones en las que se imputan al consultorio de cabecera Fort,
“Copypaste SA”. Realizaron siempre un excelente trabajo en
conjunto con la clínica amiga “CtrlVCtrlC Corporal SRL”.
Finalmente, desbaratamos a aquellos desestabilizadores de fama que
acusaban a “Di Toys” de estar haciendo un clon de Ricardo,
mientras él disfrutaría de sus últimos días junto a Micheal
Jackson, Yabrán, Él, Bin Laden y, por supuesto, Elvis en alguna
isla paradisíaca desierta con sus millones depositados en algún
paraíso fiscal de Suiza.
Fort, el Jonny Bravo argentino, no
murió y no morirá, vivirá siempre en nuestros corazones, en
nuestros Dos Corazones.
Dirán “sos un crack”, por este
terrible cierre, pero lo robé de twitter. Pensaba terminar con un
supuesto padre que se llame Roque, pero iba ser difícil de enteder
el chiste.
Por Elor Torroto.
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