Eugenio Freitas, un inglés de 49 años, se clavó una Manuela en un supermercado de Newcastle. Según declaró, no pudo contener su impulso sexual y apeló a la mano. Recalquemos la hidalguía de este caballero, nunca lo negó.
Qué importa que tenga un nombre latino, para nuestras estadísticas cuenta como un inglés de pura cepa. Según los relevamientos de los peritos, Freitas estuvo diez minutos initerrumpidos meta palo y a la bolsa.
Lo condenarán a uno o seis meses de prisión y la prohibición de entrar a cualquier supermercado del país por tiempo initerrumpido. A menos, claro, que vaya acompañado por un adulto. Para que se toquen los dos, debe ser.
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