¿”DarkKnightRises” de C. Nolan retrata a Batman como el defensor del sistema
capitalista y a Bane como el bolchevique revolucionario violento?, ¿Clint
Eastwood banca los golpes de Estado en sus películas?, ¿Campanella es boludo o
es un sádico del dinero que sabe que vende dando un mensaje recontra boludo?,
¿Por qué Baby Etchecopar protagonizó una serie que duró dos temporadas?
Hace unas semanas, quizás meses, el
principal redactor de este diario virtual (al que me limitaré a llamar por su
apodo: Cardumen de ternura y “Cardu” para sus
amigos con el fin proteger su identidad de los templarios comunistas
nazis que han puesto precio a su cabeza) me pidió que escribiera algo
interesante para su página.
La consigna sonaba sencilla: “Escribí sobre
alguna de esas pelotudeces que te gustan y sabelo relacionar con algo de
problemáticas contemporáneas".
Desde aquí comenzó una gran crisis creativa
por mi parte que involucran escenas de autodestrucción, tales como tomar
ketamina un domingo mientras miraba el programa nuevo de Maru Botana.
Decepcionar a Cardu pesaba mucho en mí, ya
que se trata de uno de esos amigos con los que nunca he estado en desacuerdo
acerca de ningún tema de interés, dando lugar a una profunda relación de
confianza en las que podía usar sus fragancias importadas de Dinamarca para una
noche de jerga o jugar por las tardes con “Miriam”, su simpática mona araña.
Con su propuesta todo se iba al carajo,
sabía que si escribía algo que lo decepcionara o, peor aún, si nunca escribía
nada, ya no podría oler a Europa cuando quisiera o que la próxima vez que viera
a Miriam, esta podría sacarme los ojos.
Las pelotudeces de las que hablaba Cardu
que a mí me gustan, están relacionadas con la psicología, la música y el cine.
A la primera la descarté rápidamente como tema a desempeñar mi texto, ya que
los psicólogos que aparecen en los medios solo hablan en la tele para
fundamentar el comportamiento de adolescentes que toman vodka por los ojos o
que usan remeras de Raúl Portal.
A la gente solo le interesa auto-conocerse
cuando sufre, después le chupa un huevo saber que la letra i (minúscula) tiene
forma de micropeneeyaculando, lo cual llevaría a pensar que, si sos mujer, y
tenés esta letra en tu nombre significa que tus padres pensaron en vos como una
figura fálica y que esa sería la razón de que seas hermafrodita y que te guste
tanto el programa de Eduardo Feinmann.
La
música, por otra parte, siempre es un tema siempre interesante, pero temo no
ser lo suficientemente cool, ni mandibulear lo suficiente, ni tener el coraje
de crearme un pseudónimo como “VJ Jules TheDonkey” como para redactar algo
interesante sobre el “6, 7, 8” del Indio Solari, o que trasfondo
interesantísimo existe en letras como “Atrasaré las horas, horas, horas”.
Quedaba el cine como posible salida
creativa, así que me puse manos a la obra con una foto de Miriam sosteniendo un
perfume importado, como motor inspiracional y paranoico. Habían varios temas a tratar sobre preguntas
que nadie se hace pero que es interesante que sean respondidas, como las descriptas al inicio.
La
lista podría seguir alegremente, pero la verdad no escribí sobre eso. Me chupa un huevo que me laven el cerebro,
sigo perteneciendo a la clase media-alta-baja y la vida me sonríe. Fin.
Así que dejé pasar mi oportunidad de
escribir, cuidándome la espalda por las posibles represalias. Hace poco,
sucesos en el territorio argentino renovaron mi deseo de escribir algo para
Cardu y su equipo de gárgolas entrenadas. Pero le alquilé al boliviano de la esquina las temporadas completas de "La Peluquería de los Mateos".
La bitácora de Burrián #1
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