Fiesta de la manzana: lo que nadie te contó sobre "nuestra" fiesta

Si a vos también te pasó de sentirte medio pelotudo con tanto fervor manzanero (Armando), llegaste al lugar correcto. Río amarillo te canta las 40 y te dice por qué la fiesta de la manzana nos parece una mierda.

Oh! grandísimo frutal que constituyes nuestro orgullo nacional. Oh! Alabada seas circunferencia verde o roja de sabor dulce. Dios te tenga eternamente en la gloria ya seas dulce, arenosa o medio agria.  

Primero lo primero. El hecho de que la susodicha fruta constituya aquello que nos representa, que nos compone identitariamente en nuestra tierra, eso que nos hace distintos y que nos enorgullece, hace que nos convirtamos en “el gato de los pibes” de las naciones europeas. Disculpen que nos pongamos un poco serios, querido lector, pero la monoproducción no solo nos limita sino también nos hace vulnerables, nos hace creer que es a lo que estamos predestinados, que es lo que “hay que hacer, y por sobre todas las cosas, nos hace pensar que es lo “único posible”.

Eso es mentira, nuestro suelo es fértil. (léase imaginando a Perón en el palco) Nuestro valle es potencialmente apto para una producción soberana que nos favorezca verdaderamente a nosotros como comunidad por encima de los intereses de los grande compradores europeos. Entonces, aparece la fiesta de la manzana cuya intención es constituir una identidad en base a eso que nos hace “ricos”.


Basta de la parte aburrida. Si eso no te bastó para repudiar con esmero el acontecimiento roquence, se ve que no estuviste al tanto de la grilla de artistas convocados para esta edición. Sin siquiera hablar del trolo de Axel o el no mucho más varonil Pintos, la gota que nos rebalsó la copa, es la ausencia de La Moto en los escenarios del predio.

La Moto, quizás la banda más grande que ha dado nuestro pago, la banda mas convocante, con mas trayectoria, con más discos grabados y por sobre todo, la que presenta mejor calidad artística que cualquiera de estas banditas porteño-yoruguas , fue dejada de lado, descartada. ¿Cómo? Ofreciéndole una cifra económica ínfima en relación a los mega-gastos que se generan en traer bandas como Tan Biónica o Los Estelares. Si, leiste bien.

Poca mosca, #ConSoriaNoPasaba. Una cifra que no se condice tampoco con las ganancias que deja el festival y que deschava completamente el verdadero propósito de “nuestra fiesta”. No vamos a dar números, porque no los tenemos (nuestro departamento de inteligencia fue a investigar pero se engancho con Abel Pintos. No seas careta, a vos también te re cabe). No sabemos cuánto cobraron los Babasónicos para presentarse, ni cuanto salía una entrada para ver a Axel. Sabemos, sin embargo, que el público del rock es completamente ninguneado. No pedimos a Almafuerte (que incluso sería mucho menos costoso) pedimos a La Moto, que está acá nomas, tomando una birra en la Mitre. En cambio nos dan al perita de Los Piojos y confórmense con eso.

Sigue la joda. Si todavía estas un poco acongojado y te dieron ganas de clavarte una torta invertida o una acaramelada con pochoclos, te dejamos la grilla de todas las fiestas de la región, donde al igual que en el caso de la fruta, las variedades no abundan.

Fiesta de la Pera (Allen): La Vela Puerca
Fiesta del Tomate (Lamarque): La Vela Puerca
Fiesta del Pionero (Centenario): La Vela Puerca
Fiesta de la Confluencia (Neuquén): La Vela Puerca

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