Creelo, pibe. Para la duda que te desveló toda tu infancia, adolescencia y pubertad, un físico (al pedo, claro) le encontró respuesta.
El científico calculó la distancia entre el horizonte y el ángulo del centro de la tierra, teniendo como referencia a una persona de 1,70 m. Ya sabemos, no le interesa a nadie, pero son cuestiones metodológicas. Llegó a la conclusión de que la cancha medía: 18 kilómetros y que Oliver Atom corría a 150 kilómetros x hora.
Confirmado: los japoneses no cazan un fúlbo de fútbol. Pero te divertían. Salvo el capítulo que los pelotudos flashaban que con su selección le ganaban a Argentina. Después, llegó el Mundial 98, y el Bati se las puso... al palo.
Sólo para recordar viejos momentos. Reproducimos una charla de Oliver Atom con Benji Price, mientras corrían hacia el otro arco.
Oliver: Hey amigo, pasadme el balón.
Benji: Estoy en la portería, es muy arriesgado.
Oliver: El equipo de las estrellas de Japón podría ganar en el último minuto.
Benji: Necesitamos auxilio. Llamá al 3, Marcelo.
Oliver: Hey amigo, pasadme el balón.
Benji: Estoy en la portería, es muy arriesgado.
Oliver: El equipo de las estrellas de Japón podría ganar en el último minuto.
Benji: Necesitamos auxilio. Llamá al 3, Marcelo.
Oliver: ¿Qué Marcelo?
Benji: Agachate y conocelo, puto.
Corren, corren, corre, superpoder, un bochazo al ángulo, triple palo, doble chilena de Oliver, el gol vale por 4, y ganan el partido 4 a 3. Los Supercampeones se van de putas, para festejar.
Fuente: www.sanjuan8.com
Benji: Agachate y conocelo, puto.
Corren, corren, corre, superpoder, un bochazo al ángulo, triple palo, doble chilena de Oliver, el gol vale por 4, y ganan el partido 4 a 3. Los Supercampeones se van de putas, para festejar.
Fuente: www.sanjuan8.com
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