Para no dejar lugar a dudas que Rio Amarillo contribuye con los ciudadanos, demostrando que no es sólo una cara bonita, brindamos este, si, este "suplemento de educación vial", para que afiles las técnicas de manejo para el fin de semana.
Tan simple como parece para muchos y tan ridículamente complejo como es para otros, el fino “arte de conducir”. Tal y como lo conocemos, requiere de un conjunto de habilidades, valores y creencias, que predisponen al conductor al momento de tomar, y luego, conducir. Esto produce que el “automovilista cotidiano” se vea forzado a cambiar su conducta, especialmente en ciudades con 250.000 habitantes y 350.000 vehículos.
El área de seguridad vial de este noblemedio, luego de meticulosos estudios, en conjunto con la universidad de Conecticut, pudimos resumir las prácticas de manejo básicas para facilitarte la vida a vos; pebete, pebeta o probeta con auto. Vamos con los primeros pasitos.
Una de las tareas que más conflictos genera a cualquier sujeto al volante, sin importar su experiencia, es estacionar. Este suceso, que puede durar pocos segundos o algunas horas, no se reduce al hecho de “encontrar” un espacio, sino que, en muchos casos, se debe recurrir a la creatividad e inventar uno.
El conductor siempre intentará dejar su auto lo más cerca posible del sitio al que se dirige: “Si llegué hasta aquí en auto, no puedo dejarlo a la vuelta de la esquina y caminar una cuadra”. Por ende, use su ingenio para incrustar su 4X4 en un lugar donde no cabría un 3cv, o calcule “finamente”, y deslice su coche de manera tal que nadie pueda moverse sin besarle el paragolpes a otro.
Si no tiene tiempo para tantas maniobras, abandone su automotor en doble, triple, y ahora también, cuádruple fila.
Pero manejar es movimiento, velocidad, adrenalina. También comprende una dosis de precaución. Por lo tanto, procure catalogar de idiota a todo aquel que conduzca más lento que usted, y de “locos enfermos” a quienes vayan más rápido.
Así, tendrá la ventaja, por ejemplo, en rotondas y cruces peligrosos, donde, a pesar de existir normas, prioridades de paso y esas cosas que nadie lee, lo importante es pasar antes que todos los otros inconscientes al volante.
Por último, recuerde que los peatones, los ciclistas y, en especial, los motociclistas, son un PELIGRO en las calles. Pero, estos obstáculos también pueden ser costosos si los incrustamos contra el parabrisas de nuestro automóvil.
Ahora ya lo sabe. Si una persona aterriza en su capot, huya. Si estaba ebrio, lo primero que se le ocurra hacer será lo correcto. Seamos conscientes de éstas técnicas para mantener nuestras calles y rutas seguras.
Pancracio Angustias
Tomándome una birra durante el control de alcoholemia.
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