En lo que fue el resultado de una ardua investigación, la Policía del
Neuquén clausuró un prostíbulo ubicado en la zona conocida como “el bajo” de esta ciudad.
El procedimiento fue llevado a cabo por la división de Delitos Sexuales de la poli neuquiniense, grupo de elite que previamente reacabó información durante un período de tiempo indeterminado.
Fuentes judiciales admitieron que, si bien las pruebas fueron conseguidas casi enseguida, el allanamiento se dispuso una vez que se confirmó la falta de chicas nuevas.
Participaron de las “tareas de campo” los fiscales Agustín García y Gustavo Mastracci; prestaron “colaboración” oficiales del juzgado 3, y la pusieron también funcionarios municipales, efectivos de las comisarías 4 y 7ma, Bomberos Voluntarios de Plottier, el candidato del MPN, Guillermo Pereyra, el judío del almacén de la esquina y la división Canes de Gendarmería Nacional. Todos gratarola.
Río Amarillo hizo como que no era clientazo del lugar y habló con el comisario Daniel Segura, quien afirmó que recogieron, entre otras cosas, el testimonio de dos de las prostitutas dominicanas.
Las chichis acusaron a una tercera habitante del quilombo de ser la que lo regenteaba, lo que provocó la risotada de todos los que disimulamos la participación de la yuta en el negocio de la trata. Más allá de las risas, así quedó la declaración en el expediente.
Por Pismanta & Bauchacet
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